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Esta niña de nombre Omayra Sánchez de trece años se mantuvo con vida durante 60 horas, luchando incansablemente por salvar su vida. Fue tal el impacto que causó que sin pensarlo Fournier tomó una instantánea momentos antes de que ella falleciera.

Testigos cuentan que, cuando llegaron los reporteros, estaba agachada sobre un neumático, que colocaron bajo sus brazos como único recurso; sintió las voces, levantó la carita y los miró.

Intentó una sonrisa. "¡Ay...!", dijo pero no lloró, y los periodista afirmaron que "no nos miró con súplica, no estaba derrotada, había mucho de valentía en su mirada", se le veía tranquila, valiente informó la BBC.

Durante los tres días que ella estuvo viva, varios socorristas intentaron salvarle la vida; sin embargo, era muy complicado pues si la sacaban por la fuerza podía perder las piernas y en el peor de los casos destrozarle toda la columna.

Fue así que se tomó la decisión de ir por una motobomba para sacar el agua y poder proceder a retirar la materia que la aprisionaba; sin embargo, ésta nunca llegó.

Los socorristas en más de una ocasión le pronunciaron palabras de aliento: "Te juramos, Omayra, que vamos a sacarte de aquí". A lo que ella les respondía: "Váyanse a descansar y vuelvan después para sacarme".

Al tercer día, siendo la 1 de la mañana, Omayra comenzó a delirar. Testigos señalan que a las tres de la mañana la niña comentó: "Ya el Señor me está esperando". Al poco tiempo, la menor falleció...

Durante esos días de agonía, estuvo pensando solamente en volver al colegio y en sus exámenes, al mismo tiempo que le mandaba un mensaje a su madre.

La foto de Frank Fournier que le dio la vuelta al mundo, originó una controversia acerca de la indiferencia del Gobierno Colombiano respecto a las víctimas. La imagen se publicó meses después de que la chica falleciera.

No existe una tumba específica, porque fue enterrada allí mismo donde murió ya que si la querían sacar tendrían que haberle cortado las piernas y su madre no quiso que fuera así.

La famosa imagen de Omayra, su entereza, la gran pena que el mundo sintió ese día, hacen que hoy en día sea una especie de lugar de peregrinaje y muchas personas la consideran una santa, incluso.

Miles de personas visitan esa tumba. En el "mausoleo" de Omayra hay más de 100 placas puestas por personas que le dan las gracias por los "favores" recibidos.